Las emociones son un lenguaje. Es la manera que tiene nuestro cerebro de hacernos entender cómo reaccionamos ante ciertos estímulos o situaciones. Experimentar una emoción en un determinado momento, provocará un cambio en cómo nos sentimos e influirá directamente en la manera en la que veamos las cosas (es decir, en nuestros pensamientos)y cómo reaccionemos ( nuestras acciones o comportamientos).Por lo tanto podemos decir que somos seres emocionales.
Cuando decimos seres emocionales nos referimos de hecho a que todos sentimos y expresamos lo que estamos sintiendo de una u otra manera y en mayor o menor medida. Como lenguaje que son, las emociones nos sirven como herramientas para reconocer eso que sentimos, ya sea algo agradable o desagradable y poderlo compartir con nuestro entorno.
¿Para qué sirven las emociones?
Las emociones nos ayudan a conocernos. A saber cómo reaccionamos ante diferentes estímulos y a poner límites en nuestra vida y a establecer qué nos beneficia y qué no. Un aspecto muy interesante de comprender las emociones es que cada individuo las siente de una manera muy personal y por motivos que pueden ser muy dispares. Ahí va un ejemplo.
Si nos comemos un helado de chocolate y eso nos hace estar felices, el mensaje que esa emoción nos está dando es: ¡Oye, esto me gusta, dame más! Es importante reconocer esa emoción para delimitar nuestros gustos y cómo satisfacerlos. Por contra, si el chocolate no nos gusta, al probarlo no experimentaremos esa felicidad.
Otro ejemplo podría ser, si alguien tiene un comportamiento agresivo y sentimos miedo, lo que esa emoción nos está diciendo es: ¡Eh, ten cuidado, debes protegerte porque esto no es bueno para ti! Por contra, si ese comportamiento lo que nos genera es rabia, lo que esa emoción nos estará diciendo es que esa agresividad nos parece injusta y que necesitamos hacer algo para que no sea así. Toda esta información que nos dan las emociones es vital para definir cómo nos realacionaremos de la mejor manera posible con nuestro entorno.
¿Cómo se clasifican las emociones?
Hay quienes clasifican las emociones en primarias y secundarias. Aunque el número de emociones en cada categoría varía según quien las esté clasificando.
En este caso, vamos a hablar de las emociones como una especie de universo en el que conviven y se entremezclan diferentes sentimientos, dando lugar a emociones que pueden tener distintas caras. Las emociones nos resultarán más o menos intensas según el momento y las circunstancias que estemos viviendo.
Así por ejemplo, si hablamos de la emoción de “sorpresa”, de buenas a primeras, no podemos catalogar si esta emoción es agradable o desagradable. Dependerá de la situación en la que nos encontremos y de los inputs que tengamos en referencia a dicha situación el clasificarla hacia un lado o hacia el otro.
Diferencia entre emoción y sentimiento
Resumiendo mucho, las emociones son las diferentes maneras de reaccionar que experimenta nuestro cuerpo ante ciertas situaciones y que ocurren de manera espontánea y automática. En cambio, los sentimientos son la interpretación que hacemos de esas emociones.
Emociones “buenas y malas”
Dicho esto, cuando hablamos de emociones, normalmente hacemos especial distinción entre “buenas o malas”. Esta manera de decirlo, es errónea, inexacta y nos lleva a la dicotomía del bien y del mal. De lo que aceptamos y de lo que no. De lo que queremos que tenga cabida en nuestra vida y de lo que no.
De esta manera, catalogamos una serie de emociones como no deseadas y otras como deseadas y así, solemos rechazar a las primeras cuando aparecen, perdiéndonos por ello una gran parte de información sobre nosotro/as mismo/as.
Debido a esto, nos quedamos muchas veces encallados en situaciones que nos resultan desagradables por el mero hecho de no entender lo que está pasando y por tanto, no poder gestionarlo.
Por lo tanto, es importante remarcar, que no hay emociones buenas ni malas, simplemente emociones que como decíamos más arriba, nos dan información sobre nuestras reacciones ante distintas situaciones.
En todo caso, si queremos catalogarlas, es más recomendable hacerlo en agradables y menos agradables, pero todas ellas son buenas desde el punto de vista de que todas nos aportan información sobre nosotrxs mismxs y cómo nos relacionamos con el mundo y nuestro alrededor.
¿Por qué es importante entender nuestras emociones?
Cuando aparecen emociones y no les prestamos atención, nos estamos perdiendo una información muy importante sobre cómo gestionar infinidad de situaciones. Cómo reaccionemos en esas circunstancias y la observación y lectura que hagamos de ellas, marcará la diferencia de cómo afrontemos situaciones similares en el futuro.
Existen en ese caso dos opciones:
- Seguir en modo autómata, es decir, sin prestarles atención y tener la sensación de tropezar siempre con la misma piedra.
- Prestar atención, aprender de ello y poder avanzar.
¿Cómo puedo aprender a gestionar mis emociones?
Resulta difícil gestionar nuestras propias emociones si nunca nos han explicado qué son, por qué están ahí o para qué sirven. Así que es muy probable que para aprender a convivir sanamente con ellas, necesites acudir a una profesional para que te guíen en este camino.
Afortunadamente como sociedad cada vez estamos apostando más por este aprendizaje. Pero para los que no habéis tenido tanta suerte, siempre podéis contar con servicios de terapia como el nuestro y trabajar en vuestro crecimiento personal.